La Salud es un regalo y un privilegio,
que nadie tiene garantizado y que hay que saber buscar y mimar.
En los últimos años se maneja a menudo términos como Medicinas alternativas o Medicinas complementarias en oposición o diferenciación de la denominada Medicina convencional o Medicina clásica.
Hay demasiadas enfermedades y demasiados enfermos como para tener la arrogancia de considerar que basta con una forma de curar, y que podemos prescindir de otro tipo de conocimientos.
La Medicina convencional con sus formas de diagnóstico y tratamiento, es hoy por hoy imprescindible para el mantenimiento de la salud en la sociedad actual, pero evidentemente siguen existiendo muchos campos en donde resulta insuficiente e incluso ineficaz.
Las Medicinas complementarias (Homeopatía, Mesoterapia, Osteopatía, Medicina Natural...) añaden más posibilidades, complementando o reemplazando a la Medicina convencional en aquellos aspectos donde ésta se muestra insuficiente para el enfermo que padece.
En los últimos años se ha buscado unificar y no separar el empleo de las diferentes terapias. Desde diferentes Universidades y Facultades de Medicina se están realizando cursos, masters y prácticas dirigidas a médicos colegiados con formación en terapias no convencionales.
Esta sea quizás la forma más correcta de avanzar en una praxis eficaz y transparente de las medicinas complementarias. Desde la base de una titulación otorgada por el Estado que garantiza la formación médica suficiente, se facilita la diferenciación con relación al intrusismo médico, pues la práctica médica debe ser ejercida, sea cual sea el tipo de terapia, por un médico.